Para los fabricantes de nanopolvos, es importante lograr el tamaño de partícula deseado. Muchos aspiran a alcanzar resultados a escala nanométrica mediante la molienda en seco. Sin embargo, la molienda en seco tiene sus desafíos. Durante el proceso de molienda, se introduce una cantidad significativa de energía. Esto hace que la temperatura del polvo aumente rápidamente. Este aumento de temperatura, combinado con la naturaleza de partículas finas de los nanopolvos, puede generar riesgos de explosión que son difíciles de controlar.
En la mayoría de los casos casosEl tamaño de partícula que se puede alcanzar con la molienda en seco está limitado a aproximadamente 8 μm. Para aplicaciones que requieren tamaños de partículas más finos que 8 μm, se hace necesaria la molienda en húmedo. La molienda en húmedo no solo ayuda a prevenir picos de temperatura, sino que también permite un control más preciso del tamaño de partícula. Esto lo convierte en el método preferido para lograr nanopolvos ultrafinos.
Entendiendo la molienda húmeda: cómo lograr polvo de grado nanométrico
Molienda húmeda El proceso consiste en mezclar nanopolvo con un disolvente adecuado para crear una suspensión que se pueda trabajar. Para evitar la aglomeración durante el proceso de molienda, es esencial añadir dispersantes adecuados u otros aditivos como coadyuvantes de molienda. Para aquellos que deseen obtener un polvo final de grado nanométrico en lugar de una suspensión, se requieren pasos adicionales. La suspensión debe filtrarse primero para eliminar las partículas más grandes y luego secarse para obtener un nanopolvo fino.
La selección del disolvente, el dispersante, el método de filtración y la técnica de secado adecuados es crucial para obtener con éxito un polvo de grado nanométrico de alta calidad mediante molienda húmeda. Estas decisiones afectan directamente la consistencia, la estabilidad y la finura del producto final.
En la molienda en seco, se utilizan comúnmente equipos como molinos de bolas, con perlas de óxido de circonio más grandes (normalmente de 5, 6, 8, 10, 15 o 20 mm de diámetro) para facilitar el proceso. Sin embargo, para la molienda en húmedo en molinos de perlas, el tamaño de las perlas de óxido de circonio debe elegirse con cuidado en función del tamaño de partícula inicial y la finura final deseada, ya que las perlas más pequeñas son más eficaces para lograr resultados ultrafinos.